La estructura romboidal del tapete, el material de PVC y su espesor de casi 2 cm, ayudan a reducir el ácido láctico y a evitar la carga el peso del cuerpo en las rodillas o la cervical. Pero además, la estructura sólida y antideslizante del material, es clave para evitar accidentes por resbalones y caídas.
Anteriormente, se colocaban tablas de madera para evitar accidentes, pero no resultaban efectivas. De esta manera, es una alfombra antifatiga y antideslizante ideal para fábricas, áreas de cocina en restaurantes donde haya acumulación grasa en el piso, frigoríficos y carnicerías donde aparece el mismo inconveniente y áreas de lavado de verduras. En la misma línea, sectores de piletas, vestuarios, duchas y lavaderos de autos, requieren de tapetes antideslizantes para evitar accidentes.
Finalmente, la gran resistencia al alto tránsito de la alfombra antifatiga, lo convierte en una importante opción para supermercados, shoppings, cines, comercios, bancos y oficinas. Junto a esto, existe la opción de colocar logos comerciales resistentes incluso a changos, zorras y autoelevadores.
La facilidad de limpieza por su estructura romboidal abierta, evita además, grandes gastos en mantenimiento y permite su uso en barreras sanitizantes. Esto es importante para la industria alimenticia y laboratorios.