Una de las claves para aprobar una auditoría de exportación, es la seguridad industrial. Es decir, que la planta debe estar en perfectas condiciones para la producción sin riesgos laborales. De esta manera, además del derecho de los trabajadores, se respeta un proceso de producción continuado y sin paradas.
Si bien recomendamos nunca llegar al punto de que se realicen cráteres en la superficie, solemos encontrarnos con este escenario. Primero, el hormigón sin tratar se va desgranando por el paso del tiempo. Luego, esta debilidad por falta de tratamiento hace que el paso de maquinaria pesada agriete el hormigón. Finalmente la grieta se rompe y genera peligrosos cráteres que pueden generar accidentes desde esguinces, hasta peligrosas caídas de máquinas hombre a bordo con pallets cargados. De esta manera, la gerencia de mantenimiento detecta que la aprobación de la auditoría corre riesgo y aún peor, corren riesgo los trabajadores, en especial aquellos que trabajan con autoelevadores o zorras. También, este tipo de maquinaria sufre numerosas roturas, ocasionando cuantiosas pérdidas de repuestos y mantenimiento.
La solución a los cráteres suele ser la aplicación de carpetas o morteros. Es una solución efectiva, pero el problema es la duración de la misma. Esto es así, porque el paso mismo de la maquinaria pesada termina desgastando la carpeta debido a su poca resistencia y abriendo el cráter en poco tiempo. De esta manera, esta solución requiere constante mantenimiento y cuantiosos gastos necesarios para superar auditorías.
Una solución más novedosa es la membrana de curado. Esta membrana, es una capa de alto tránsito que endurece el hormigón cerrando los poros. Con el plus de evitar contaminaciones y manchas, los componentes químicos de la membrana funcionan como un endurecedor natural y de larga duración.