Luego del llenado de hormigón, se realiza el pulido. No es necesario colocar carpetas, ni pisos sobre la losa. De esta manera, se reduce el tiempo de obra y el costo de la misma es significativamente menor porque no se requieren materiales y mano de obra posterior. Por lo tanto, el servicio es sumamente recomendable para arquitectos y constructoras que quieran ofrecer una terminación de la superficie embellecida, durable y de forma rápida.
La resistencia del hormigón pulido al paso del tiempo y el alto tránsito, es algo a tener en cuenta si se quieren evitar problemas de estética a futuro. Esto es así, porque su porosidad es mínima y su mantenimiento es muy fácil. De esta manera, recuperar el brillo y remover manchas que en otros pisos son definitivas, es sumamente fácil.