Autor: Sebastián Lozada

La pintura epoxi es una de las opciones número uno para los pisos industriales. Por ejemplo, se usa de forma muy variada en empresas alimenticias, farmacéuticas, automotores, metalúrgicas y demás. Esto se debe a que es muy buena para delimitar sectores, pero también su densidad y composición hacen que sea sumamente impermeable. Así, la pintura epoxi se convierte en un imprescindible incluso para superar auditorías de seguridad industrial. Sin embargo, esta pintura no es para siempre y cada tanto se debe re-pintar, ya que el tránsito en una fábrica y los elementos corrosivos que caen al piso,la van deteriorando. Pero, ¿Qué sucede cuando pintamos y en un año, seis meses o tres meses, la pintura se descascara o peor aún, desaparece por completo? Ahí, estamos ante una auténtica  pesadilla para el área de mantenimiento.

¿Por qué sucede el deterioro de la pintura epoxi?

Como vimos, el deterioro natural por el paso del tiempo en una pintura epoxi, es algo esperable. Por ejemplo, si recibimos constantemente camiones, autoelevadores, zorras, clarks, derrames químicos y paso constante de operarios, es esperable que a los dos, tres años, la pintura muestre señales de deterioro. Aunque, este deterioro debe ser un desgaste progresivo y normal donde la pintura no desaparezca por completo ni se descascare. Ante esta situación, en que la pintura se descascara o rápidamente empieza a romperse o desaparecer, estamos ante un trabajo mal hecho. Esto es así, digámoslo lisa y llanamente,  porque no se ha trabajado correctamente la base del piso que se va a pintar con pintura epoxi. Me refiero a que el agarre no es el adecuado, o que el piso que se encuentra por debajo presenta contaminaciones o desgranamiento.

Características del problema

1. El agarre no es el adecuado: en estas ocasiones, no se ha hecho un trabajo de apertura de poros. Verá, el piso tiene un nivel de porosidad que si la pintura no impregna, quedará como superficial al piso. Esto hace que básicamente, quede una especie de lámina por encima del piso y que ante el mínimo roce con un autoelevador, la pintura se levante.
2. También, la porosidad del piso es la que permite o no, la absorción de suciedad o líquidos. Por ejemplo, sucede mucho en las empresas alimenticias o plásticas, que el aceite o el ácido se impregnan en el piso dejando manchas visibles e imposibles de limpiar. Si, pintamos encima de esas manchas, el aeite o el ácido incrustado buscará «salir a respirar» reventando la capa de pintura desde el poro saturado ya que no ha dejado que impregne la pintura.
3. Finalmente, el desgranamiento del hormigón o concreto base, también deteriora la pintura epoxi. No es para menos, ya que la arenilla que se desprende, lleva impregnada encima suyo la pintura y se la llevará consigo.