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Suciedad, contaminaciones y roturas

Las superficies están constantemente expuestas y el deterioro del piso se hace visible. Esto es así, porque sobre su base se realizan múltiples actividades de la esfera de la vida cotidiana sea trabajo, sea esparcimiento, o la historia de un hogar y su dinámica diaria.

La vorágine de estas actividades, genera un desgaste en los pisos. No importa de qué material esté hecho, su exposición a bacterias, suciedad, manchas e incluso roturas, son una constante. Y hablamos tanto de mármol, hormigón, cemento alisado, mosaico granítico, porcelanato, como de pisos vinílicos. Por esta razón, la limpieza, la higiene y el mantenimiento de las superficies, son claves para el correcto desarrollo de la vida. Así conseguiremos evitar enfermedades, contaminaciones o lesiones de cualquier tipo. 

Auditorías en fábricas, laboratorios, restaurantes y obras en construcción

La importancia de una superficie en un estado óptimo es tal, que grandes empresas y pequeños emprendimientos son auditados constantemente. Pongamos el ejemplo de un laboratorio con pisos vinílicos. Supongamos que se está produciendo el deterioro del piso y sobre sus poros se generan bacterias que la limpieza diaria no puede remover. Ese foco de infección, será un problema para su producción, ya que las auditorías de limpieza no quedarán aprobadas. Sin embargo con una impermeabilización y un correcto mantenimiento, la superación de la auditoría quedará garantizada, evitando perjuicios económicos. Pero por sobre todo, se evitarán perjuicios a la calidad del producto final.

¿Cómo evitar el deterioro del piso?

Desde OGL creemos que el proceso de impermeabilización, recuperación y limpieza es clave. Pero también consideramos que un mantenimiento eficaz, hace la diferencia notablemente y evita el deterioro del piso. Por eso, teniendo cuenta nuestra basta experiencia en el rubro, hemos determinado algunos errores y factores comúnes que afectan a las superficies.

1) Limpiadores corrosivos

Muchas veces hemos escuchado que las personas mezclan por ejemplo limpiadores con cloro o lavandina para desinfectar distintas áreas. Esto es un gran error conceptual, ya que la fuerza corrosiva de esos productos daña las superficies y las ceras, o selladores que se coloquen a modo de protección del piso.  Junto con la pérdida del brillo, el debilitamiento del piso será notorio y se encontrará más permeable a la contaminación o roturas.

2) Incorrecta tarea de limpieza

Puede pasar que todo se haga bien: desde la elección del producto, hasta los tiempos de aplicación. Pero si no se realiza una tarea uniforme y que cubra la totalidad del área, los lugares a los que no llegue la limpieza, comenzarán a presentar problemas. Este es el caso típico de la realización de tareas de mantenimiento con máquinas eléctricas en vez de a batería. Si bien una máquina eléctrica puede rendir en pequeñas superficies pequeñas, en una gran cantidad de metros cuadrados es recomendable una máquina a batería que llegue a todos los sectores.

3) Alto tránsito que produzca fisuras y roturas

Este el caso de un comercio, un supermercado o un banco que tiene constante entrada y salida de clientes, empleados e insumos. También sucede por ejemplo, en  una fábrica que tiene tránsito frecuente de zorras, clarks y autoelevadores. El deterioro del piso en esas circunstancias es tal, que incluso se pueden producir roturas o fisuras que complican aún más el panorama. Así hemos llegado a escuchar de casos en los que empleados sufren lesiones, hecho que afecta a la seguridad insutrial y por lo tanto a la productividad. Nuestra recomendación es aplicar un endurecedor de la superficie para hacerla más resistente.

4) El paso del tiempo debilita el brillo y la resistencia 

Llegamos finalmente al factor tiempo, que no por ser el más obvio, es el más fácil de solucionar. De hecho todo lo contrario. Dicho esto, nos encontramos con que cualquier solución (y cualquier problema) es temporaria. Tal es así, que una terminación brillosa e impecable, puede convertirse en un año, en un piso lleno de marcas y manchas. Por eso para conseguir que el piso sea una garatía a futuro, es clave que el mantenimiento sea el adecuado y llevado a cabo por personas capacitadas para ese fin.

Evitar el cambio del piso. Solución ecológica. 

Una vez que las tareas de mantenimiento se llevan a cabo efectivamente, se logra un piso resistente y estético. El tiempo puede ser el factor más difícil de sortear, pero existen en la actualidad numerosos servicios de pulido y embellecimiento. Sin embargo, toda esta cruzada contra el deterioro del piso, no implica únicamente factores económicos.

Ya hemos mencionado anteriormente que al no tener necesidad de cambiar la superficie, se ahorran costos de materiales y mano de obra. Pero también hay un factor fundamental que tenemos que tener en cuenta para economías más sustentables: el factor ecológico.

Podemos hacer un ejercicio y pensar en los materiales utilizados para un piso y cómo se obtienen. Un pensamiento rápido es que el mármol o el granito se logran a través de la megaminería a cielo abierto, altamente contaminante, o que los pisos vinílicos generan desechos plásticos tóxicos. Entonces nos surge una pregunta, ¿Por qué colaborar con la producción y extracción de materiales que ponen en riesgo al medio ambiente?

Creemos que el cuidado del planeta es fundamental para el desarrollo de la vida diaria. Por eso debemos pensar día a día soluciones alternativas que nos permitan un mundo libre de contaminantes y desechos tóxicos